“Comer carne destruye el planeta”, dice la ciencia y nos lo recuerda constantemente mediante los medios de comunicación. Sin duda, comer menos carne o no comerla es una decisión personal que podemos tomar para contribuir a reducir los gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera por la producción industrial de ganado, y provocan el calentamiento global. Pero ¿será posible criar ganado de manera sostenible y así mitigar algunos factores que contribuyen al cambio climático?
Artículo completo publicado en Este País Número 342, octubre 2019